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El Lifting facial es un procedimiento quirúrgico que busca el rejuvenecimiento facial mediante la recuperación de la posición natural de los volúmenes faciales desplazados hacia abajo con el paso del tiempo.

Podemos centrarnos en el cuello, LIFTING CERVICAL, en las arrugas de la porción media de la cara, LIFTING MEDIO FACIAL, o, si lo que queremos es mejorar las arrugas de la frente, el contorno de ojos y el entrecejo, haremos un LIFTING FRONTAL. Lógicamente también podemos aunarlo todo en el lifting facial completo.

El lifting facial nos permite rejuvenecer el rostro, estirando y tersando la piel. Esta técnica puede ser combinada con el LIPOFILLING para devolver volúmenes de grasa perdidos, de manera que extraemos grasa corporal de la paciente y la colocamos buscando el efecto relleno en zonas con pérdida de volumen, principalmente en pómulos y mejillas.

Es una intervención dirigida especialmente a personas de más de 40 años de edad, cuya figura facial empiece a “caerse”, que presenten la piel envejecida, flácida o con arrugas. Para ser un buen candidato a esta intervención es indispensable que el paciente conserve elasticidad en la piel. También pueden ser tratadas aquellas personas más jóvenes que tengas signos de la edad prematuros.

La técnica se basa en estirar las capas musculares y retirar el tejido sobrante, mediante una pequeña incisión. La cicatriz apenas es apreciable, ya que se sitúa sobre las líneas naturales de las orejas. En caso de tener que tratar la zona del cuello en específico será necesario hacer una incisión en el mentón.

Esta intervención puede alargase de tres a cinco horas, precisando anestesia general y siendo recomendable dos noches de hospitalización.

La recuperación es rápida e indolora, las cicatrices se colocan de forma estratégica para que no sean perceptibles y la paciente puede reincorporarse a su vida cotidiana y laboral pasados diez días o dos semanas. Un lifting bien realizado no cambia la expresión facial de la paciente.

Tras la intervención los resultados no se aprecian y a simple vista la cara se ve hinchada y con hematomas, todo ello mejorará al cabo de pocos días de manera que empieza a verse el resultado final al cabo de 10 o 15 días de la intervención. El hábito tabáquico puede influir negativamente en la recuperación tras el proceso.

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