Se trata de una erupción característica que suele iniciarse con una placa ovalada de mayor tamaño con un fino collarete descamativo que precede al resto de lesiones. Afecta a individuos jóvenes. Suele limitarse al tronco y extremidades, siguiendo las líneas de la piel. La erupción por regla general remite espontáneamente por lo que si no hay una mejoría en 2 meses debe reevaluarse su diagnóstico.
Existen pitiriasis rosadas de Gilbert atípicas (vesiculosa, papulosa, purpúrica) que deben diferenciarse de otras patologías cutáneas. El tratamiento es sintomático (antihistamínicos, corticoides tópicos, eritromicina oral, UVB banda estrecha).