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Actualmente los implantes dentales son la mejor solución para la pérdida dental, considerándose como “gold standard” en el tratamiento de los pacientes parcial o totalmente edéntulos (sin dientes). Gracias a ello, podemos devolver la estética y la función dental para que nuestros pacientes pueden disfrutar de una vida saludable y con total normalidad en la realización de actividades cotidianas como comer, sonreír y hablar con la misma seguridad ofrecida por los dientes naturales.
La pérdida dental puede ocasionar graves problemas y molestias disminuyendo la calidad de vida de forma considerable, por estos motivos los implantes dentales ofrecen una solución duradera que permite reemplazar prótesis removibles por dientes fijos, sin apenas molestias y de forma estable.
1. La primera, y más significativa, es que son prótesis fijas, y que no es necesario que los pacientes tengan que extraérselas de la boca para su higiene.
2. Mejora la seguridad y la autoestima de los pacientes porque elimina la sensación de que su prótesis se pueda mover o desprenderse al hablar.
3. Mejora la experiencia del paciente al comer. Su firmeza permite masticar cualquier tipo de alimento sin miedo a una rotura del mismo.
4. Evita el tallado de dientes sanos adyacentes para colocar un puente dental (prótesis de varias piezas). Con el implante solo reponemos la pieza perdida sin perjudicar más la salud de tu boca.
5. Gracias a los avances técnicos, podemos decir que cualquier persona es apta para colocarse un implante. Atrás quedaron los tiempos en que el problema de la falta de hueso máxilar, entre otros, era un inconveniente.
Pero la sociedad actual se ha dado cuenta de que los tratamientos ya no solo deben asumir la excelencia estética y funcional, sino que deben satisfacer simultáneamente otras exigencias como son:
• Minimizar tiempos de tratamiento hasta la colocación de los dientes (osteointegración implante convencional entre 2 y 4 meses), llegando incluso a la carga inmediata (dientes en el instante de la colocación del implante).
• Reducir el número de intervenciones en casos límite, o incluso evitar cirugías de regeneración ósea en la mayoría de los casos, aumentando la comodidad del paciente.
Lo primero que hay que decir es que, en última instancia, será tu dentista quien, explorando la boca y tomando radiografías e imágenes con el escáner, evaluará si los implantes son una solución adecuada para tu caso.
En general, estos son los supuestos en los que un paciente puede necesitar implantes dentales:
• Faltan de uno o más dientes.
• Dentaduras o puentes dentales que se aflojan.
• El diente se ha infectado y la única solución es extraerlo.
• Se pierde hueso de forma irremediable por la falta de dientes naturales, lo que también se refleja en la forma de la cara, sobre todo en boca y mejillas.
• Un diente, o más, está bastante roto. Se puede intentar poner una corona o, según la extensión del daño, se recurre directamente al implante. Si el diente está roto por debajo de la línea gingival, el implante dental es la única solución posible.
• Problemas de masticación.
• Inseguridad al sonreír, a causa del hueco por falta de piezas, de la dentadura, prótesis o puente.
• Hartazgo con el cuidado de la dentadura removible y con los adhesivos de dentadura.
Para realizar un procedimiento de aplicación de implantes dentales necesitamos un hueso sano que pueda soportar la instauración de una nueva pieza dental en su interior. Más allá de eso, la mayoría de personas pueden someterse a este tratamiento, que les ayudará a mantener una mejor salud bucodental y solucionará algunos de esos problemas que hemos mencionado con anterioridad.
Hay casos en los que el odontólogo puede concluir que los implantes dentales no son una solución viable para el problema del paciente. ¿Cuándo un implante dental NO es una opción?
1. Enfermedad grave de las encías.
2. Falta de hueso en los maxilares. Se pueden hacer injertos. Pero hay casos en los que ni aún así se pueden poner implantes.
3. Problemas de salud. Hay patologías que pueden complicar la osteointegración, la fusión del implante con el hueso de la boca. Se trata de enfermedades como diabetes (mal controlada) o artritis reumatoide. El cáncer y el empleo de algunos fármacos también puede reducir las probabilidades de éxito del implante.
4. Ser fumador.
Esta es, sin duda, una de las preguntas que más recibimos de nuestros pacientes para el tratamiento de implantes dentales. En la mayoría de los casos es porque hay cierto grado de desconocimiento o desinformación en torno a la visita al dentista. Por tanto, aquellos puntos que sean importantes para ti debes preguntarlos en la consulta del especialista, y así, poco a poco irás despejando todas las dudas que puedan alimentar esos miedos.
La visita al dentista, en general, no tiene por qué doler. Esta asociación es errónea y para poder desterrarla solo hay que tener en cuenta una cosa: los tratamientos que son más complejos se aplican con anestesia, o si lo prefiere, incluso mediante la sedación consciente.
Por tanto, no hay que tener miedo a los implantes dentales, ya que su colocación no causa dolor. Sin duda, es mucho más perjudicial para la salud tener permanentemente un hueco desprotegido en la encía o un diente que está roto, deteriorado o con sensibilidad, que el hecho de poder tener algunas molestias durante unas horas por la colocación de un implante.
Si valorando todo lo anterior aún necesitas un poco de ayuda, existen soluciones para el miedo a los implantes dentales, como es la sedación consciente: En esta técnica se proporciona al paciente una sedación que le mantiene consciente pero libre de ansiedad, estrés, tensión y dolor. De esta manera, el miedo a los implantes dentales se calma para poder pasar por el proceso sin la angustia que, en algunos casos, puede provocar en el paciente la visita al dentista para este tipo de tratamientos.
En Clínica Áureo de Palma somos expertos en implantes dentales y contamos con este sistema de sedación consciente, para que nuestros pacientes tengan la oportunidad de utilizarla en sus tratamientos, y evitar así, esas sensaciones negativas.
Existen más de 400 marcas de implantes dentales, y nuestra recomendación es que te informes bien de la calidad y garantías del implante te van a colocar, porque por desgracia, no todos cumplen con los requisitos y exigencias sanitarias adecuadas. En nuestro servicio de clínica dental contamos, entre otros, con los implantes de titanio Straumann®, conocidos por sus excelentes propiedades físicas y su biocompatibilidad, que en combinación con la superficie SLActive® han demostrado una mayor predictibilidad del tratamiento en todo tipo de situaciones clínicas, incluso las complejas, llegando a tener unas tasas de supervivencia y de éxito de entre el 97% y el 100%.
La falta de hueso maxilar tampoco es ya un obstáculo y pueden colocarse implantes a prácticamente cualquier paciente. Ante una situación compleja como puede ser la necesidad de utilizar un implante estrecho, evitando técnicas de regeneración ósea, se ha desarrollado específicamente para la implantología una nueva aleación de titanio-zirconio (TiZr). Este nuevo material, conocido como Roxolid®, ha demostrado poseer una excelente resistencia a la tracción, proporcionando confianza en la utilización de implantes de diámetro estrecho y con unos resultados clínicos excelentes en cuanto a predictibilidad del tratamiento y disminuyendo los tiempos de integración de este al hueso.
En conclusión, los beneficios estéticos del tratamiento implantológico son evidentes puesto que la substitución de los dientes se hace de una forma muy natural. Asimismo, la sociedad actual es consciente de que los tratamientos de estética dental ya no son considerados como “capricho”, sino como una exigencia para mantener una buena salud en todos los aspectos.
¿Necesitas más información sobre los implantes dentales? Pídenos una cita, totalmente gratuita, rellenando el formulario que encontrarás a continuación y nuestro equipo realizará una valoración de tu caso y te resolverá todas las dudas.
