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La enfermedad periodontal, comúnmente conocida como enfermedad de las encías, es un problema que afecta a más del 50% de la población adulta. Las más frecuentes son la gingivitis y la periodontitis, pudiéndose llegar incluso a una fase de periodontitis severa. Empieza con una inflamación de las encías, y continua provocando la recesión de las encías (dientes largos), y si no es tratada, puede acabar con la perdida de hueso dejando los dientes sin soporte, favoreciendo la movilidad y la pérdida de los mismos.
Las principales causas de estas enfermedades son la mala higiene bucal, los hábitos poco saludables (fumar), los factores genéticos, los cambios hormonales y/o otras enfermedades relacionadas.
a. Sangrado de la encía, ya sea de forma espontánea o durante el cepillado.
b. Aumento de la sensibilidad dental ante el frío y el calor.
c. Movilidad dental, incluso con desplazamiento que puede crear huecos entre los dientes.
d. Halitosis o mal aliento, para casos más avanzados.
e. Aparición de úlceras o flemones.
Gran parte del éxito del tratamiento periodontal pasa por la concienciación y colaboración indispensable por parte del paciente, sin ello el tratamiento por parte del dentista, imprescindible a su vez, no tiene el resultado esperado.
Los principales tratamientos periodontales son:
a. Tartrectomias o profilaxis (higienes)
b. Curetajes o raspajes radiculares
c. Cirugías resectivas
d. Cirugías regenerativas e injertos