
Cuando sufrimos digestiones pesadas, hinchazón abdominal, gases o incluso fatiga después de comer, solemos pensar en el estómago, el hígado o los intestinos. Pero… ¿y si el origen estuviera mucho más arriba?
Lo que muchos no saben es que la digestión no empieza en el estómago, sino en la boca. Y si algo falla en ese primer paso, todo el proceso digestivo puede verse alterado.
En Clínica Áureo trabajamos con una visión global de la salud, y por eso hoy queremos hablarte de una relación que a menudo pasa desapercibida: la conexión entre tu salud bucodental y tu bienestar digestivo e inmunológico.
Cuando tu digestión empieza mal… desde la boca
La boca no solo sirve para sonreír o hablar. Es la puerta de entrada al sistema digestivo, y en ella ocurren tres procesos fundamentales:
- • Trituramos los alimentos con los dientes (masticación)
- • Los mezclamos con saliva, que contiene enzimas digestivas
- • Formamos el bolo alimenticio que pasará al estómago
Si este primer paso no se realiza correctamente, el sistema digestivo tiene que esforzarse más… y ahí es donde comienzan muchos de los problemas.
Consecuencias reales de una salud bucodental deficiente
1. Masticación ineficaz: Piezas dentales ausentes, dolor o una mordida incorrecta pueden dificultar la masticación. El alimento llega mal triturado al estómago, provocando digestiones lentas, gases, reflujo o sensación de pesadez.
2. Falta o alteración de la saliva: La saliva es clave para empezar a digerir ciertos nutrientes. Cuando hay sequedad bucal —por estrés, medicación o edad— el proceso se vuelve más lento e ineficaz.
3. Inflamación en encías o infecciones crónicas: Problemas como gingivitis o periodontitis no solo afectan la boca: pueden liberar bacterias y toxinas que llegan al intestino, agravando procesos inflamatorios.
4. Microbiota oral desequilibrada: La flora bacteriana de la boca influye directamente en la del intestino. Si hay un desequilibrio, también lo habrá en la digestión y en el sistema inmunológico.
Boca, microbiota y sistema inmune: una relación directa
¿Sabías que la boca es el segundo ecosistema bacteriano más complejo del cuerpo, después del intestino?
Cuando hay un exceso de bacterias patógenas en la cavidad oral —por caries, infecciones, falta de higiene o enfermedades— muchas de ellas llegan vivas al intestino, alterando la microbiota y comprometiendo tu salud general:
• Inflamación crónica: las infecciones orales pueden activar una respuesta inflamatoria constante, que afecta también al intestino.
• Sistema inmune desbordado: el cuerpo tiene que dedicar recursos a controlar focos infecciosos orales, dejando otras funciones inmunológicas desprotegidas.
• Fatiga, inflamación o brotes autoinmunes: cada vez más estudios relacionan la salud bucodental con enfermedades autoinmunes y trastornos digestivos funcionales.
• Puerta de entrada de toxinas: algunas bacterias orales producen toxinas que viajan por el torrente sanguíneo, afectando la mucosa intestinal y el equilibrio digestivo.
Lo que tu boca dice de tu salud
Una revisión con nuestro equipo de odontología en Palma de Mallorca puede darte más información de la que imaginas. Porque tu boca no es solo una sonrisa: es una ventana directa a tu bienestar digestivo e inmunológico.
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Una boca sana es mucho más que estética. Es el principio de una vida más saludable.