Ya sabemos que el láser facial es una revolución en Medicina Estética, no sólo por su capacidad de resetear la piel y hacerla capaz de reparar las lesiones que han causado en su ADN las múltiples agresiones a las que la sometemos a lo largo de nuestra vida, sino también por la regeneración que supone a nivel dérmico con una síntesis de colágeno y elastina y una reordenación del andamiaje que suponen estas fibras en la estructura de la piel.
Pero ¿cualquier tipo de láser facial?, pues evidentemente no. Lo más importante es identificar bien el problema que presenta nuestra piel. Podemos centrarnos en manchas oscuras o vasculares, en lesiones solares o hormonales, etc. pero muchas veces lo que nos va a ocupar y preocupar va a ser la textura, el aspecto y la calidad de la piel. Ahí es cuando necesitamos subir un escalón en láseres faciales y hablar de tecnología fraccionada no ablativa.
El sistema de láser fraccionado Frax Pro 1550 consiste en un Diodo con una longitud de onda de 1550 nanómetros que puede llegar hasta una profundidad en la dermis de 800 micrómetros. Esto supone un resurfacing cutáneo a nivel profundo que nos proporcionará una piel renovada y rejuvenecida. ¿Cómo lo hace? Al pasar su manípulo por el rostro (dotado con un rodillo pequeñito que va girando suavemente al deslizarlo) dispara micro haces de láser diodo sobre la superficie por la que nos movemos. Esos minidisparos provocarán en la dermis unas columnitas microscópicas de coagulación de proteínas, en términos sencillos podríamos decir que son microcolumnas de quemaduritas que, aunque para nosotros sean casi invisibles al ser tan microscópicas, para la dermis que es muy finita suponen una quemadura profunda. La piel sana de alrededor de esta microquemadura en columna va a reparar la piel lesionada desde el interior hacia fuera.
Esta súper cicatrización de la piel va a provocar múltiples beneficios: la creación de nuevos componentes de la piel por restauración de las partes lesionadas, la retracción del tejido por esa quemadurita que cura y una especie de peeling físico por eliminación de las capas más superficiales de la piel que se van eliminando (células muertas). Pero lo más beneficioso es una renovación de la piel que hace que aparezca como rejuvenecida y que se repare totalmente. De hecho, si la pudiéramos ver mediante biopsia apreciaríamos una piel con más colágeno y mejor organizado, con fibras de elastina nuevas y más elásticas y con menos estrato córneo.
Para realizar la sesión utilizamos anestesia tópica en forma de crema que se tiene que poner el paciente en su domicilio previamente y venir con ella aplicada a la consulta. El tratamiento va a durar unos 20 minutos y después de realizarlo el paciente tiene sensación de quemazón y eritema (la cara enrojecida) durante una hora más o menos, después de ese tiempo ya no hay ninguna molestia y aparecen unas microcostritas por todo el rostro que no son muy visibles pero si pueden dar sensación de piel más oscura y sobre todo de rugosidad al tacto.
Es muy importante el cuidado de la piel en los días posteriores mediante una crema reparadora que os proporcionaremos nosotros y que lleva la protección solar incorporada. Esa crema debe utilizarse de manera regular durante una semana o 10 días tiempo en el que caerán las costritas y os citaremos para realizar una revisión de la piel en la clínica para ver cómo está evolucionando el proceso de curación. El número de sesiones siempre va a depender del estado de la piel y de las condiciones individualizadas del paciente.