Usamos cookies para ofrecer nuestros servicios, optimizar la experiencia de uso de nuestra web y analizar los hábitos de navegación de nuestros usuarios con fines de mejora y personalización de nuestros contenidos y publicidad. Puede desactivar las cookies. Al seguir navegando sin hacerlo, autoriza el uso de las mismas. Más información sobre las cookies aquí
La anatomía de algunas mujeres no permite un acceso fácil a sus zonas erógenas. El punto G, oculto en la cara anterior del canal vaginal y correspondiente a las fibras posteriores del clítoris necesita ser accesible para su correcta estimulación y esto no es siempre así. Una sencilla intervención en la que se crea una especie de promontorio debajo de estas terminaciones lo hace sobresalir un poco por encima del resto de la mucosa del canal, de manera que es más fácil que sea estimulado al mantener relaciones sexuales. No necesita cirugía y la incorporación a la vida normal de la paciente es inmediata.
